Reflexiones para no dar la mano a cualquiera... asi sea el presidente.

Cómo creer que un ejercicio simbólico de la no violencia, realizado por una joven que cortes y pacíficamente cumple la promesa de entregarle un huevo al presidente Uribe, que es para nosotros, una opinión más, de ese pequeño grupo del 13% que dice que no está con el presidente, pero que pareciera toda Colombia, ya que la pobreza ya no nos permite ni tirar un huevo, Sí, el huevo la herramienta tradicional para la burla, para el escarnio público, para que no sientan que pueden estar tan tranquilos, en este caso nos parece más valioso entregarlo, porque para nosotros y muchos otros colombianos es el personaje que más tiene huevo de este país, se lo entregamos para que se incomode, para que no tenga las manos libres y trate de domar la protesta, para que quede en la memoria de que no iba a pasar inadvertido y que no hay ningun lugar seguro para la burla, menos para una colombiana que diariamente ve como se va la vida de jóvenes que por fuera de las muertes de estado, se matan entre ellos, en una guerra donde para los dos, sólo uno es el ganador y toda colombia la que pierde.

Metafóricamente hagan de cuenta que lo que representa la persona de Uribe es el grado máximo de ese poder que ha venido volviéndonos más miserables cada día, un virus que se expande en Colombia, en donde personas, en protección a Uribe destilan veneno en los comentarios, en sus actitudes, en creer que la opinión de un país depende de sus interconectados. La entrega del huevo es un triunfo para el espadachin doméstico, para el que tiene que sobrevivir con recesión la haya o no, para la que tiene que lavarle la camisa blanca a su patrón para salir a marchar, mientras ella viaja hasta su pueblo o se divierte en ese pequeño día de recreo.

Creo que la actitud del presidente con el país, con la guerra, con la vida de cada uno de los colombianos que ha decidido manipular en convicción con los grupos económicos, los mismos que transmiten ésta noticia como un problemita más de opinión, pero que es evidente para muchos que hace parte del engranaje de la gran máquina, la misma que se encargo de ayudar a esa contra-reforma agraria que han realizado a punta de motosierra. Y ahora es mal visto porque no se le da la mano al señor Uribe, ese acto es como la precaución ante ese virus de la gripa que encarna Uribe, esa gripa violenta que mata más que el famoso A1HN-1, esa misma gripa que hacen que esos comentarios sean del mismo tono del vocabulario de su presidente, por lo que me pregunto, si esas personas que desde la cortesía, repudian el acto de no darle la mano al presidente, sean los que quisieran echarle una mano a él. Nosotros tan solo entragarle el huevo y creemos que argumentos sobran.