martes, 13 de noviembre de 2007

La vergüenza del Canciller


Imaginen ustedes a un tipo que no sabe ni manejar las relaciones familiares y laborales al frente de las relaciones de todo un país; pues sí, lo tenemos nosotros. Ahí está el Canciller Fernando Araújo sin responder por qué tenía a su hijo todavía con vínculos en la embajada de nuestro país en Estados Unidos.

El Canciller, al no poder explicar con satisfacción a todo el país, decidió cortar por lo sano: echó a la persona encargada de prensa en la embajada en Washington porque cree que por allí se filtró la información de la buena voluntad de su hijo para con la patria.

La fulana ya no trabaja en la Embajada, le pasaron cuenta de cobro… y la vergüenza del Canciller no le alcanza para renunciar? No podemos pasar nosotros las cuentas de cobro pendientes desde siempre?

1 comentario:

Beatrix dijo...

Huevo no pierdas tu tiempo, ese señor ni sabe que significa la palabra vergüenza, sino no hubiera aceptado ese cargo arrastrando como arrastra el a Chambacú