Hasta las lágrimas! Esto es una mmmmm!

Realmente muy golpeado me tienen los últimos sucesos, este último reality, este Show mediatico en donde los guerreros (Léase Uribe y léase FARC) se pavonean y se retan, para darse un shampoo de popularidad a costa del sufrimiento de las víctimas de este conflicto.

Como dijo un amigo, hemos conocido la verdadera cara de Uribe y la verdadera cara de las FARC. ¡Dios nos asista!, esto es infame. Por un lado las FARC, una caterva de XXXXXXXX, que muestran su crueldad y falta de seriedad, es imposible pensar que una estructura que pretende hacer una "Revolución Popular" actué de esta forma tan burda, tan torpe e inhumana. Tienen una oportunidad de esas que solo da la vida una vez, en el concierto de los países, con mediadores de buena voluntad.... en fin. Para salir con semejante chorro de babas. Quien los mandó decir que liberarían a Emanuel....¡NADIE!. Y para mejor quedar le embarran la cara a Chavez que se la había jugado en favor de las víctimas!. Y, además, tienen la cachaza de decir que Uribe "tenía secuestrado al chino", que falta de verguenza. No hay derecho!. No hay justificación.

Por el otro lado, el contendor, el otro guerrero: Uribe. Nuestro Represidente, que justificadose en las infamias de los otros contendientes se impone arrazando incluso con las víctimas, entrando en un juego macabro de egos, donde solo importa el juego político internacional. Si, ese Uribe que sataniza cualquier posibilidad de las víctimas de avanzar, ese Uribe que tiene la verdad única y universal, el irrefutable, el magnanimo. Si, Uribe, rodeado de gente tan indeseable como su ministro de defensa, que a cada intervención de Uribe o su Comisionado, se lame los bigotes como un gato recién almorzado, disfruta el drama.... El Re=Presinete que, falto de prudencia al máximo, no mide en absoluto sus intervenciones, con tal de arrazar a sus adversarios.... cobrandoles a los familiares de las víctimas el hecho de poner sus esperanzas en Chavez...

Y lo peor, la gente, que haciendole coros a este juego macabro, se pone de un lado o de otro, condenando irremediablemente a los rehenes a su suerte. Tachandonos o de prouribistas o profarianos, cuando en realidad vemos que tanto el uno, como los otros se hecharon como una vaca muerta en la vía, evitando a toda costa cederle el más mínimo espacio al otro. Dan ganas de vomitar... Duele el corazòn, y mucho.