Colombia es el único país del mundo en que ser Inteligente es un delito. Como en los colegios paroquiales ( con curas cacorros incluidos)donde el niño preguntón era el malo. Ser curioso, perceptivo, inquieto, eran serios inconveniente para izar bandera y sacar cincos.(Ahora dieces o aes.) Quien osare deenmascarar a los farsantes quedaba castigado. O peor, expulsado. Con el correr de los tiempos ya no fueron flexiones alzando ladrillos el castigo sino plomo ventiao para acallar conciencias brillantes. En este país de amnésicos voluntarios y sonámbulos irredimibles los soñadores siguen abandonados a la topa tolondra por sus coetáneos indiferentemente estólidos y abúlicos para decirlo de un modo esdrújulo. Los mejores de nosotros señalan todo el huevo que tenemos y nosotros ni cuenta nos damos.
"La autoridad competente advierte a la población que andan sueltos unos cuantos jóvenes cimarrones, matreros errantes, vagos y mal entretenidos, que son portadores del peligroso virus que contagia la peste de la desobendencia. Afortunadamente para la salud pública, no es difícil identificar a estos sujetos, que manifiestan una escandalosa tendencia a pensar en voz alta, a soñar en colores y a violar las normas de resignación colectiva que constituye la esencia de la convivencia democrática". Eduardo Galeano.
2 comentarios:
Colombia es el único país del mundo en que ser Inteligente es un delito.
Como en los colegios paroquiales ( con curas cacorros incluidos)donde el niño preguntón era el malo. Ser curioso, perceptivo, inquieto, eran serios inconveniente para izar bandera y sacar cincos.(Ahora dieces o aes.)
Quien osare deenmascarar a los farsantes quedaba castigado. O peor, expulsado. Con el correr de los tiempos ya no fueron flexiones alzando ladrillos el castigo sino plomo ventiao para acallar conciencias brillantes.
En este país de amnésicos voluntarios y sonámbulos irredimibles los soñadores siguen abandonados a la topa tolondra por sus coetáneos indiferentemente estólidos y abúlicos para decirlo de un modo esdrújulo. Los mejores de nosotros señalan todo el huevo que tenemos y nosotros ni cuenta nos damos.
Bastaría repetir las palabras de un presentador deportivo en algún noticiero de la época, el día que mataron a Garzón: 'País de Mierda'...
Y así seguimos, oyendo cómo nos relatan el país, a las patadas.
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