sábado, 4 de agosto de 2007

Así fué la reunión entre Moncayo y el Presidente

El Tiempo.com del día de hoy trae una nota que describe como fue la reunión entre el Profesor Gustavo Moncayo -El Caminante de la Paz- con el Presidente Alvaro Uribe Velez -El otro caminante-. Muy acertadamente lo expresó nuestro amigo Marsares en su columna del blog Equinoxio, el profesor Moncayo está en medio de la soberbia (Alvaro Uribe) y el cinismo (Raúl Reyes), por eso la titula "Gustavo Moncayo, entre la soberbia y el cinismo". Veamos como le fue al Profe, al enfrentarse con toda su humildad a la Soberbia (Los resaltados en rojo, son nuestros comentarios):

EL TIEMPO.COM

Agosto 4 de 2007

El ambiente estuvo, por momentos, agobiante y tenso. La camaradería con la que se saludaron se acabó pronto, le contaron a EL TIEMPO varios testigos del encuentro.

Una vez entraron a la carpa de los diálogos, los dos protagonistas se sentaron uno al lado del otro. Junto a Uribe estaban el comisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo, seguido del canciller, Fernando Araújo. El ministro del Interior, Carlos Holguín, permaneció de pie buena parte de la reunión.

Junto al profesor Gustavo Moncayo estaban dos mujeres del grupo que lo acompañó desde Sandoná (Nariño). También estaban familiares de los secuestrados. Las sillas no alcanzaron para tant
a visita, cerca de 50 personas.

El encuentro tuvo su inicio formal cuando el profesor le pidió al mandatario que el diálogo no fuera del Presidente con un ciudadano común, sino que hablaran como seres humanos.

Uribe se acomodó en la silla para escuchar y Moncayo comenzó a expresar su dolor por el plagio de su hijo, secuestrado hace 10 años por las Farc. El Presidente, como él mismo dijo, lo escuchó con mucho respeto, pero le aclaró que no fue en su Gobierno que lo plagiaron. Le recordó que ya se había hecho un intercambio humanitario con despeje y le preguntó: ¿entonces, por qué no lo liberaron? (Ve, en mi casa hay ventanas pero cuando yo llegué ya estaban, entonces según el presidente, no las debo ni limpiar, ni asomarme por ellas?)

La charla continuó y Moncayo, tal vez un poco ansioso, se salió del tema del acuerdo humanitario y divagó sobre temas económicos, de educación y salud.


Cuando hablaba de la pobreza en el país, Moncayo se refirió a los bienes del Presidente y le pidió que distribuyera sus fincas entre la gente pobre. Con el impulso que traía, volvió al tema del secuestro y señaló que el lío con Uribe era que no quería sentarse a negociar con las Farc por el rencor que les tenía a raíz del asesinato de su padre.


Ese fue uno de los momentos más críticos. Uribe se paró de la silla, levantó la voz y le dijo que no tenía por qué meterse en esos temas, en sus asuntos familiares, que no tenía por qué tocarle a la familia. Y dijo que lo suyo lo había obtenido honradamente. (Jajajajaja! que fácil, no se meta con mi familia, ni con mis bienes dice Uribe.... pero si podemos disponer de la familia de Moncayo y de sus bienes en esta puja política con tal de no darle espacio a las FARC)

Como el asunto se puso tenso, una de las familiares pidió calma y les dijo que la reunión no era para agravios sino para buscar soluciones.


Uribe, a cada momento, le insistía a Moncayo que hiciera una propuesta de intercambio, pero sin despeje.

En medio del calor sofocante por el encierro de la carpa, Uribe le pidió al Comisionado de Paz que hiciera un relato cronológico de lo que había hecho su Gobierno para acercamientos con las Farc.

Algunos familiares de los plagiados le pidieron que suspendiera ese informe que ya lo conocían. El Presidente se molestó y dijo que para él es importante ese recuento.

Minutos después, Moncayo se metió con el programa bandera de Uribe en el Gobierno: la Seguridad Democrática. Le dijo que esa estrategia iba a terminar llevando a la muerte a los secuestrados. Y para rematar, le contó que en la marcha que inició en el sur del país encontró muchas víctimas de esa política y por eso no la veía efectiva.

Otra vez Uribe alzó la voz para contestar. Le dijo que él también había reco
rrido el país (¿a pie?, pero si todos sabemos que a donde llega el Presidente 5 minutos antes han lavado y barrido) y que gracias a esa política es que muchas cosas han mejorado. Añadió, en tono vehemente, que no permitía que se dijera que por culpa de la Seguridad Democrática se mataría a los secuestrados. (No! Uno no le puede hechar la culpa a las políticas.... la culpa de la muerte de los secuestrados es de la intransigencia de las FARC y de Uribe)

Como para empeorar el ambiente, Moncayo dijo que al enterarse de la muerte de los 11 diputados del Valle pensó en apercollar al Presidente y a las Farc. Uribe volvió a levantar la voz para responderle que no aceptaba que se pusiera en el mismo nivel al Gobierno con la guerrilla.(Igual yo encuellaría al gobierno en un nivel y a la guerrilla en otro, cada uno en el suyo, pero a la final la encuellada si se la merecen)

En un momento dado, alguien tuvo que acercarle un vaso con agua a Moncayo. A Nadie más le llevaron.

Luego, con su tono reposado, el Presidente les ratificó que no haría despeje y les expuso sus propuestas para un eventual acuerdo humanitario. Cuando mencionó la posibilidad de una reunión en Cuba con Rodrigo Granda, conocido como el 'Canciller' de las Farc, el profesor la rechazó y le dijo que este no es vocero del grupo guerrillero.


Cuando ya todo estaba consumado, Moncayo le anunció al mandatario que no aceptaba las propuestas. Sin embargo, su esposa se levantó y con los ojos llorosos se acercó al Presidente y ante la mirada del profesor, le agradeció la visita al cambuche y las propuestas que llevó.

Moncayó se quedó en la carpa, mientras Uribe salió a la Plaza de Bolívar a 'torear' una de sus más duras jornadas. Moncayo tomó aire y salió para el segundo 'round'.

JORGE ENRIQUE MELÉNDEZ P.
REDACTOR DE EL TIEMPO

1 comentario:

Anónimo dijo...

Orgullo, soberbia y arrogancia caracterizan a los dos lados de este conflicto. Tanto Uribe como Las Farc han perdido el rumbo de la colectividad y se han ensimismado en su intransigencia. La vida de un buen número de compatriotas está en juego pero nadie tiene consideración, mucho menos compasión o benevolencia. Ojala que en un futuro cercano no nos toque llorar porque un gobernante soberbio y arrogante ( además de comprometido con una facción criminal)y una guerrilla obtusa e indescifrable no tuvieron tantica humanidad y cedieron unos milimetros en su puja por el poder.