lunes, 13 de agosto de 2007

!QUE JOVEN Y ENTUSIASTA! ... LAS HUEVAS...DIGO... TIENEN HUEVO

LA DESCENDENIA DE LOS POLITICOS... MI TEMA FAVORITO.

SERA QUE EL SLOGAN DE CAMPAÑA TENDRA QUE VER CON EL SURGIMIENTO DE LAS "AGUILAS NEGRAS" EN EL NORTE DEL VALLE... HUMMM...

Juan Carlos Abadía es un administrador de empresas que, a su corta edad, 28 años, ya ha ocupado la presidencia de la Asamblea del Valle y del Concejo de Cali. Inscribió su candidatura a la Gobernación del Valle como independiente con el respaldo de 140.000 firmas, pero cuenta con el apoyo de Convergencia Ciudadana, algún sector del uribismo, liberales y conservadores disidentes. Si bien comenzó muy joven en política, y en las entrevistas se le veía desarticulado, quienes lo conocen bien -como varios de sus compañeros del Concejo- dicen que le cabe plenamente el adagio de que "hijo de tigre sale pintado" y que ahora es todo un animal político.
Hace poco, el joven Abadía jugó un papel protagónico en el escándalo que se desató por una serie de contratos que están siendo investigados, y cuyo valor asciende a 25.000 millones de pesos. En la primera reunión privada que sostuvo el nuevo alcalde, Ramiro Tafur -quien reemplazó a Apolinar Salcedo después de su destitución por parte de la Procuraduría- con los concejales de Cali, Abadía pidió la palabra para solicitarle al burgomaestre respetar un contrato por más de 1.000 millones de pesos que, según dijo, pertenecía a la fundación de universidades del Eje Cafetero. El objeto del contrato es socializar la fumigación contra la hormiga arriera con las comunidades de la zona rural aledaña a Cali. Tafur le contestó que ese era el primer contrato que pidió investigar por irregular, pero Abadía le insistió en el tema. Hoy ese contrato está congelado y la Fiscalía, la Procuraduría y la Oficina del Zar Anticorrupción lo tienen bajo la lupa.
Juan Carlos Abadía es muy popular entre los periodistas locales. Se hizo conocido porque en una ocasión, para conquistar a una presentadora de un noticiero de televisión, mandó cubrir el carro con pétalos de rosa, mientras la periodista se arreglaba en un salón de belleza.Al heredero del clan Abadía, los líos con las autoridades no le son desconocidos. En la actualidad enfrenta dos investigaciones en la Procuraduría. La primera, en la que está involucrado con otros 15 ediles, por haber elegido como contralor de Cali a Miguel Piedrahíta, quien aparentemente estaba inhabilitado. El contralor habría favorecido a Abadía, al anular varias investigaciones que podrían truncarle su aspiración a la Gobernación. La segunda tiene que ver con el cambio en el uso del suelo de un sector de la ciudad, que permitió la venta de un club social muy afamado, cuyos propietarios habrían repartido dinero entre los concejales que aprobaron la medida. Allí se menciona su nombre.Pero si Abadía genera polémica, su principal apoyo político no se queda atrás.
La fugaz carrera de Juan Carlos Martínez Sinisterra ha sido meteórica. Hace 10 años era un desconocido comerciante en Buenaventura, y de la mano de los Abadía logró un escaño en la Asamblea del Valle en 1998. En 2002 ingresó a las grandes ligas de la política nacional y se convirtió en congresista por el MPU de los Abadía. En 2006 saltó a Convergencia Ciudadana y consiguió la segunda votación de su nuevo partido.En la actualidad es la cabeza visible de esa colectividad y fue mencionado por la Corporación Arco Iris como "beneficiario de altas votaciones en sectores del Valle que dominaron los paramilitares", aunque no tiene procesos formales en su contra.
otras joyas más en el articulo de semana....

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